“Solo espero que uno de estos días, tropieces con mi ausencia y decidas llamarme cuando no te esté esperando” – Una noche sin café
Cuidado. Se precavida. Intenta no ser demasiado directa.De hecho, creo que lo mejor es que borres ese mensaje y hables mañana con él…
(escribiendo…)
«Me apetece verte» √√
¿Te han podido las ganas, no? ¿Orgullosa de ese paso? Pobrecita mía, ¡que ingenua e incauta!. Créeme cuando te digo que te entiendo, se que lo único que querías expresar es, exactamente, lo que has escrito, pero en los tiempos que corren, tu sinceridad dista de recibir el mismo trato.
Lo más probable es que al escribir estas 3 palabras, hayas pensado:
1) Me apetece verte.
2) Quizás también haya pasado por tu mente: Tengo ganas de verte.
3) Y probablemente también te hayas permitido la siguiente reflexión: La semana pasada estuve bien contigo(*), me apetece repetir.
Lo que quizás no hubieses imaginado nunca es que esa inocente frase podría desencadenar en una conversación que acabase con un: «No tenemos un contrato».
Respira y no respondas, no saldrá ningún vocablo digno de tu boca. Deja el muñeco de vudú a un lado y céntrate en impedir que ese nudo se desate y no puedas contener esa lagrimilla que empieza a asomar tímidamente. Espera a que esa sensación de impotencia se despegue de tu pecho, y que los recuerdos que empiezan a agolparse en tu mente se disipen.
Hazte un favor a ti misma, y no intentes enmascarar lo que es algo más que una apetencia. Como diría Pablo, «existen tres formas de querer: con la cabeza, con el corazón y con la tripa. En la cabeza, querer se llama preferir; en el corazón, amar; y en la tripa, desear.
Y vouilà, ahí está el error. No, no hace falta un contrato para regularizar un sentimiento y, mucho menos, una sensación. Ese cosquilleo que te remueve por dentro es desear, y las ganas de revivir esa sensación es preferir. Pero el corazón sigue intacto, sus latidos son rítmicos, sin palpitaciones. Sin cambios. Porque no es lo mismo amar que desear, igual que no es lo mismo enamorarse que ilusionarse.
(*) Entendido como: "me lo pasé bien", "disfruté de ese café/ cerveza/ copa de vino", "estuve a gusto", "me reí contigo".
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